Si bien he tenido la oportunidad hasta ahora de leer bastante material acerca de la Segunda Guerra Mundial (novela histórica y ficción), tenía una asignatura pendiente con la "Gran Guerra" (como se la conoció en su época). No es que me guste la guerra, nada más lejos de la realidad, pero estudiar acerca de los conflictos históricos, y más concretamente estos dos que acaecieron en la primera mitad del siglo pasado, nos puede dar pistas acerca de la, en mi opinión, lamentable situación actual.

  • Autor: Barbara W. Tuchman
  • Año: 1962 (edición 1994)
  • ISBN: 84-672-0922-4

La autora, periodista e historiadora nacida en Nueva York en 1923, nos narra con profusión de detalles los acontecimientos previos al estallido del conflicto, así como el primer mes de guerra en el transcurso del cual, según esta ganadora del premio Pulitzer, se decidió el desenlace de la misma (aunque la agonía debería prolongarse durante 4 años más).

Los cañones de agosto Los cañones de agosto

El libro nos presenta en un estilo directo cuál era el reparto de fuerzas entre las potencias europeas a comienzos del siglo XX, más concretamente, tras la guerra de 1870. Cómo Francia y Alemania concebían planes para aniquilarse los unos a los otros. Y de qué forma, como fichas de dominó, las distintas alianzas se activaron tras el asesinato del archiduque Francisco Fernando y su esposa en Sarajevo, a manos de un nacionalista serbio.

Aquel crimen fue la llama que prendió la mecha de las ansias de dominación germanas y las ansias de revancha francesas. En cuestión de un mes, toda Europa se vio envuelta en la guerra más cruenta jamás librada hasta la fecha y, debido a la realidad colonial de la época, pronto todo el Mundo se vio implicado.

La autora nos hace ver cómo los planes de guerra preconcebidos por uno y otro bando se vinieron abajo, los franceses prácticamente nada más comenzar la guerra, en la que su táctica de "ofensiva a ultranza" se tropezó con un serio revés en la batalla de las fronteras, y los alemanes prácticamente a 4 días de completar su plan llegando a París, a cuyas puertas fueron rechazados por un ejército francés que creían desarmado y en desordenada retirada, ayudados por el Cuerpo Expedicionario Británico.

No obstante, la narración a veces se convierte en una rápida sucesión de nombre de oficiales de los ejércitos, movimientos de tropas, batallas, ataques, contraataques, que nos puede hacer perder el hilo de los acontecimientos si no estamos muy centrados en la lectura. Para facilitarnos la tarea de ubicar el relato en su contexto geográfico, se acompañan varios mapas de las batallas más importantes de este primer mes de la guerra, así como unas láminas centrales con fotografías de los principales protagonistas de la contienda.

Tras leer el libro quedan ganas, por una parte, de escarbar aún más atrás, retrotraernos a los conflictos del siglo XIX, y tratar de deducir qué nos lleva a los europeos en concreto y a los humanos en general a estar matándonos los unos a los otros constantemente. Por otra parte, de continuar con el relato del conflicto, que la autora del libro concluye tras el primer mes y la batalla de Marne, no con una mentalidad escabrosa, sino para conocer un poco mejor qué ocurrió en aquellas fatídicas trincheras en las que tantas personas perdieron su vida, su futuro, sus seres queridos y sus ilusiones.

Su presente y el nuestro, en diferente medida por supuesto, se vieron condicionados por aquella gran tragedia (por desgracia no la última) que abrió el siglo XX.