A mi novia y a mi nos gusta el cine. Aparte de ir de vez en cuando a ver los estrenos, rara es la semana que no vemos una o dos películas de alquiler. La cuestión es que ya llevamos tiempo barruntando la posibilidad de comprar un proyector.

Este fin de semana me han prestado uno, y aprovechando que estoy reformando la casa, era un buen momento para hacer unas pruebas de dónde podría ir colocado. De esta forma, podemos dejar metidos tubos para los cables y quedarán perfectamente disimulados, aunque todavía pasarán meses hasta que podamos comprarlo.

La verdad es que la cosa cambia como de la noche al día. Ver una película (en las fotos que adjunto, jugar a la consola) en una pantalla de casi 120", no tiene precio. La duda que tenía era precisamente qué tamaño de pantalla y de qué calidad se podía conseguir con apenas 3 metros de distancia entre el proyector y la pantalla. Aunque al final irá colocado justo al revés de como hice la prueba (es decir, el proyector en la pared donde estaba proyectando y la pantalla donde coloqué el proyector), da una idea de cómo quedaría: ¡genial!

Nota para Miguel, que sé que me estará leyendo: sí, la próxima vez prometo probar con el Manic Miner.