Tras haber visto la película, creo que puedo resumir la sensación en una frase de seis palabras: "es una película de Indiana Jones". Con todo lo bueno y lo malo que pueda encerrar.

Creo que ningún aficionado a las películas del (abuelo) arqueólogo se sentirá defraudado. Además, verla en una sala con proyección digital (como la sala 25 de Kinepolis Madrid), merece la pena.