Hoy era el día que tenía reservado para ir a conocer en persona la Nintendo 3DS. Y la experiencia ha sido, cuanto menos, curiosa. El evento ha sido bien distinto al que tuve ocasión de asistir con motivo de la presentación de Wii allá por junio de 2006 (madre mía, parece que fue ayer y ya va para 5 años). En aquella ocasión, en un salón lleno de gente del hotel Puerta de América, en Madrid, tuvimos el primer contacto con la next-gen de sobremesa de Nintendo.

Sí, es la puerta de la galería Salvador Díaz, enfrente del museo Reina Sofía. Cualquiera diría que ahí tenía lugar la presentación. El sitio parece un poco inhóspito. Si no fuera porque las luces estaban encendidas, diría que estaba cerrado.

He llegado a las 20.00h en punto, que era la hora a la que estaba citado. Cuando entro, sólo había tres personas de Nintendo en un mostrador. Me preguntan si voy a la sesión de las 20.30h, y digo que no, que a la de las 20.00h. Me dicen que llego tarde. ¡Qué raro! Es la hora en punto y mira que me extraña que un evento comience a la hora. En fin, me toman nota del DNI para comprobar que tenía reserva, me ponen una pulserita y paso para adentro.

En el interior me dicen que no puedo hacer fotos, pero no es la cámara lo que voy a sacar, sino las gafas, que están debajo en el bolso y sin ellas no veo un pimiento. El ambiente dentro es casi más desolador que fuera. Hay doce puestos (a ojo), agrupados de tres en tres, donde nos harán una breve introducción a la consola y su funcionamiento. Más allá, hay 16 consolas con demos de juegos (luego veremos cuales son). Pues bien, decir que éramos tres personas las que estábamos en ese turno. No me parece tan mala hora como para que hubiera tal vacío. Ignoro cuál habrá sido la aceptación en otros turnos y/o ciudades.

Lo primero que impresiona al coger la consola, más cuando llegas tarde y te incorporas como puedes a la explicación, es que se ve en 3D. Es de perogrullo, pero es así. No hace falta adaptar la vista ni nada. La pantalla se ve en 3D.

La explicación ha sido un poco a mata caballo. Se nota que la chica se sabía de "memorieta" la chapa que tenía que soltar. Uno de nosotros (no fui yo) le comentó que había leído que los Miis de 3DS no se podían intercambiar con Wii. Y la chica le da la contestación de marketing perfecta: "eso todavía no está decidido". Yo no sé si se podrá o no, pero estando la consola ya a la venta en Japón, me extraña que cambien nada.

Sobre todo se ha centrado en mostrarnos los controles de la consola y casi todo lo expuesto estaba basado en el uso de las cámaras, tanto la doble trasera como la delantera, para hacer fotos en tres dimensiones, crear un Mii a nuestra imagen y semejanza (literalmente) o jugar a juegos (más bien demos de concepto) de realidad aumentada. Nada que no se haya podido leer por ahí.

Yo de todas formas andaba haciéndome mi esquema mental: ¡joder qué bien se ve! Eso sí, tienes que estar bien centrado con la pantalla.

Una vez concluida la exposición, hemos pasado a la zona de demos, donde he podido probar:

  • Nintendogs & Cats
  • PES 2011 3D (creo que se llama así)
  • Street Fighter IV 3D
  • Resident Evil
  • Zelda Ocarina 3D
  • Kid Icarus
  • Metal Gear 3D (sólo unos vídeos)

Después de probarlos todos un poco, sobre todo centrándome en Zelda y Kid Icarus, mi impresión es que la vista se cansa; moderadamente, pero se cansa. También depende del juego, con lo cual habrá que estar muy atentos a ese aspecto.

A modo de conclusión, porque tampoco he descubierto nada que no se pueda leer por ahí en páginas especializadas o blogs de gente con más conocimiento que yo, diré que el precio de la consola (250€) se me antoja caro para lo que ofrece, ya que la tridimensionalidad de la imagen no me parece un factor diferencial a la hora de jugar. Por otro lado, si tuviera más tiempo libre y amigos/as con intención de comprarla, seguramente que caería y me haría con ella.

No descarto comprarla pero, eso sí, dentro de unos cuantos años, por aquello de completar la colección y poseer la primera consola portátil 3D. Ya veremos si triunfa o se convierte en un nuevo fracaso del estilo del Virtual Boy.