A modo de celebración del 35 aniversario de The Legend Of Zelda, por fin termino uno de los mejores juegos de la historia, según la crítica, y que tenía pendiente desde hace muchísimos años.
Después de casi dos años y más de 120 horas, le dedico unas líneas que no van a llegar a la suela de los zapatos de lo que me ha hecho disfrutar este videojuego
Es curioso, tengo casi todos los juegos de la saga Zelda (a partir de Nintendo 64), pero los dos únicos que he acabado se corresponden con versiones para consolas portátiles (el resto que tengo pendientes son Ocarina Of Time, Majora's Mask, Wind Waker y Twilight Princess).
Soy un fan de Zelda desde que me regalaron la Game Boy Advance junto con The Minish Cap. Era mi primer juego de la portátil y lo jugué del tirón hasta acabarlo. Previamente ya tenía por casa Ocarina Of Time y Majora's Mask, ambos para Nintendo 64, pero todavía tengo pendiente jugarlos.
Estas navidades mi novia me regaló una Game Boy Advance. En principio he de reconocer que no me esperaba el regalo, y que me fastidió un poco ya que estaba esperando a la salida de la nueva Nintendo DS (que, como sabréis, es compatible con los juegos de Game Boy Advance). Estuve incluso tentado de descambiarla, para qué nos vamos a engañar.