Hoy ha sido un día de mucho ajetreo en el curro. La clásica jornada de martes que ya se presenta cargada de tareas, muchas de ellas pendientes del día anterior y que, por unas cosas u otras, no consigues sacar adelante sin que, sin comerlo ni beberlo, te caigan nuevos marrones.

El caso es que, después de doce horas en la oficina y aledaños, por fin me he dispuesto para volver a casa. Iba paseando hacia el autobús, procurando refrescar un poco mi estresada mente, cuando he pasado por la entrada de los recreativos de la calle Mayor y he pensado: "¡qué narices, voy a echar una partidilla!"

Mi primer objetivo ha sido el Virtua Tennis 3, máquina de la que ya he hablado en alguna ocasión, y que no deja de ser una versión supervitaminada gráficamente de las dos entregas anteriores. Pero bueno, siempre mola sentarte en una cómoda banqueta y ponerte frente a una pantalla de 28". Eso sí, he salido escaldado, dos derrotas en tercera ronda (la mitad de la máquina, más o menos) y dos euritos menos en el bolsillo.

Ya me iba para casa cuando, de camino a la salida, he visto un pinball, Ripley's Believe It or Not!, y he visto que costaba la partida 50 céntimos, justo la última moneda que me quedaba. Así que, como si de un "doble o nada" se tratase, la he invertido. Y la verdad es que ha sido la mejor inversión en "vídeojuegos" (que me perdonen los puristas) que he hecho en mucho tiempo. Habré estado como media hora jugando. Al acabar me dolían los dedos y todo. No es que sea muy bueno, pero he tenido buena suerte.

La primera partida ha sido normalita, pero me ha tocado una partida extra en la lotería. La segunda ha sido mucho mejor, he conseguido otra partida extra por puntuación (me encanta el sonido que hacen cuando lo consigues, ese clack estridente). Y la tercera casi ha sido la más floja, pero lo cierto es que estaba pensando más en irme que en otra cosa. Lástima no haber podido canjear los créditos por una partida en otra máquina, porque ya no me apetecía nada seguir golpeando la bola.

Al final resulta que he amortizado los dos euros y medio porque, con la tontería, me habré tirado cerca de una hora en los recreativos.

Es una verdadera lástima no tener sitio en mi casa para albergar una máquina de pinball, cualquiera que fuese. Pero ya me va a costar encontrar sitio para la recreativa...

PD: Por cierto, creo que ésta es mi entrada número 100. Cuando comencé con el blog, casi de broma, hará un par de años, no pensaba que llegaría tan lejos.