Hace ya más de un año que me hice con mi primer smartphone. La verdad es que, tras el "subidón" inicial, durante el cual estuve recopilando información y me atreví a actualizar la versión de Android que venía instalada (la 1.1, una auténtica vergüenza por parte de Movistar), dejé el teléfono un poco "abandonado" por varios motivos. El primero, es que me duró poco más de una semana intacto. En la primera caída, se me rajó la pantalla, aunque sigue funcionando. El segundo, es la duración de la batería, bastante escasa en cuanto te pones a hacer uso de la conexión de datos.

Un poco antes de este verano retomé el interés y me animé a instalar nuevas versiones del sistema operativo. Anduve trasteando con la 1.6 y, al final, me decidí a instalar un Android 2.2. Probé varias versiones de esta última hasta que me quedé con una que me ha durado hasta ahora. Aparte, compré una batería nueva, de más capacidad (y tamaño), con lo cual el teléfono empieza a ser móvil "de verdad".

Aunque Android 2.2 está muy bien funcionalmente, es demasiado para este terminal. Las aplicaciones van un poco lentas. Pero, sobre todo, el principal problema es que te quedas enseguida sin espacio de almacenamiento para instalar programas nuevos. Con lo cual, nuevamente, pierde su gracia.

Ayer decidí volver a la versión 1.6. Pero, buscando en los foros de HTCManía, encontré que la gente recomendaba la instalación de una ROM de Android 2.1 que, por lo visto, va bastante bien en el HTC Dream. Es la TooFast... tooFurius!, y es la que instalé.

Llevo un día con ella y es pronto para sacar conclusiones, pero de momento las aplicaciones se mueven de manera más fluida y he podido instalar un buen puñado de ellas sin quedarme sin espacio libre. Seguiremos informando.