No sé cuántos años han tenido que pasar desde la primera vez que jugué a Metal Gear Solid. Pero tuvo que ser allá por el año 99 ó 2000. En una época loca en la que lo que más me preocupaba era alquilar juegos de PlayStation para hacer una copia de seguridad, probarla y "ya jugaría más adelante".

Aviso de que no voy a repasar punto por punto el argumento de los juegos, pero al tratar de transmitir la impresión que me ha dejado completar la saga, puede caer algún "spoiler". Así que, estimado lector, si tu intención es descubrir las sorpresas del juego por ti mismo, te aconsejo que dejes de leer.

Metal Gear Solid Logo Metal Gear Solid Logo

Mi primer contacto con MGS puedo calificarlo como frustrante. Después de contemplar asombrado la presentación, doblaje en castellano incluido, me vi incapaz de subirme al primer ascensor que encuentras al llegar a Shadow Moses. Así que, tras un rato, no más de media hora, ahí lo dejé.

Recuerdo vagamente que volví a intentarlo un par de veces más con el mismo resultado. Quién lo diría.

Supongo que leería en alguna revista, o en Internet, que MGS era un "clásico" de la PlayStation. Una obra maestra de su creador, Hideo Kojima. Así que, por tanto, no podría dejarlo pasar. Tenía que darle una oportunidad más. Y esa ocasión ya fue la definitiva.

Es curioso, o quizás no, pero ninguno de los cuatro juegos de la saga (obviamos los dos títulos de MSX y los aparecidos para PSP) los he terminado en el primer intento. Siempre los he dejado a medias y los he tenido que volver a empezar al retomarlos. Quizás MGS2 lo terminara del tirón, pero la primera vez lo hice, no sé cómo, en el orden equivocado: primero jugué el capítulo de la plataforma y luego el del barco, cuando deben jugarse al revés.

Cuando adquirí MGS4, poco después de hacerme con la PlayStation 3, no me puse directamente con él, sino que esperé a tener tiempo para rejugar toda la saga y tener la historia más fresca. El argumento es bastante enrevesado, con muchos personajes, múltiples autorreferencias y algunas "idas de olla". MGS lo jugué en la PS3 y, los dos siguientes, en la PS2. En ese momento estaba preparado para enfrentarme al último capítulo.

Sin embargo, la "maldición de Metal Gear" volvió a cebarse en mí. He de reconocer que, por aburrimiento, dejé el juego aparcado. En el interín, de unos cuantos meses, tuve ocasión de avanzar en otras sagas, como Assassin's Creed. Hasta que, a finales del año pasado, me propuse concluirlo. Y fue ayer cuando lo conseguí.

Metal Gear Solid Saga Metal Gear Solid Saga

La historia engancha de alguna manera, hay unos cuantos personajes carismáticos. No obstante, en mi opinión, el punto débil de estos juegos son las escenas cinemáticas. Más concretamente, el abuso de las mismas, porque la factura de las mismas es excelente (teniendo en cuenta, por supuesto, las limitaciones técnicas de cada plataforma). En este tiempo lo he comentado alguna vez por Twitter, y es frustrante, el hecho de que las escenas intermedias sean tan largas que el mando se apague automáticamente. Con el agravante de que, en algunas de ellas, podremos pulsar X o L1 para acceder a flashbacks o puntos de vista en primera persona. Pero, con el mando apagado, poco vamos a poder hacer.

El problema de las escenas cinemáticas tan largas se agrava para las personas que tenemos poco tiempo para jugar, ya que es complicado hacerte una idea de cuánto tiempo le vas a dedicar al juego en cada sesión. Sinceramente, eso es un hándicap a la hora de completar los juegos. Y eso, unido a lo enrevesado de la historia, hace que en un momento dado se pueda perder el interés y dejar el título aparcado a la espera de una mejor ocasión que nunca llega.

Por lo demás creo que, aparte de la saga Zelda, no recuerdo juegos con tantas autorreferencias. De hecho, una de las cosas que voy a hacer en breve va a ser irme a la Wikipedia y leerme los resúmenes de los argumentos de los cuatro juegos, porque estoy convencido de que se me han escapado muchos detalles. No puedo dejar de comentar que, en su factura, se nota que Kojima es un cineasta frustrado.

También son juegos que sorprenden gratamente con detalles muy originales. Es ya mítico el combate con Psycho Mantis en el que, para que el villano no sea capaz de "leer nuestro pensamiento", tendremos que desconectar el mando y conectarlo al segundo puerto. O, en esta última entrega, una escena en la que tenemos que machacar el botón para hacer que un moribundo Snake avance a rastras, y que nos transmitirá de alguna forma el sufrimiento físico al que se ve sometido nuestro héroe y protagonista. El juego, los juegos, están plagados de estos detalles.

En resumen, son juegos muy trabajados técnicamente, con una mitología alrededor que se ha ido enrevesando conforme el paso de las entregas (me resisto a pensar que Kojima tenía en su cabeza toda la historia completa cuando desarrolló el primer título de MSX) y plagados de detalles y guiños a los fans de la saga. Eso sí, y a riesgo de que me tiren a los perros, creo que son títulos que, centrándonos en la jugabilidad, están algo sobrevalorados.

Los siguientes retos serán completar las versiones de PSP y el remake del original de PlayStation que Nintendo licenció para GameCube: The Twin Snakes. Pero eso será dentro de unos cuantos meses, me temo.

Próxima parada: Nathan Drake y Uncharted 3.

Logo de MGS obtenido de http://therealmcast.com/2012/12/27/top-10-metal-gear-solid-bosses/