Este año nos animamos por segunda vez a participar en la San Silvestre Vallecana, y eso que la inscripción no es nada barata (20 euros). La verdad es que es una buena manera de despedir el año, haciendo deporte y viviendo un ambiente festivo. Por cierto, que en alguna otra ocasión nos tenemos que animar a ir a la Puerta del Sol para vivir allí las campanadas, pero no me quiero desviar del tema.

Teniendo en cuenta que no tenemos marca acreditada para salir desde alguno de los cajones señalizados, la idea esta vez era colocarnos lo más delante posible para no demorarnos mucho en terminar y poder volver a casa a tiempo de ducharnos y arreglarnos para la cena, sin prisas ni agobios. Algo complicado, la verdad. Además, en esta ocasión nos tocó sufrir la huelga de metro que empezaba justo a las 17.00 h y nos pilló en Alonso Martinez, con lo cual optamos por coger un taxi que nos acercara a las inmediaciones del estadio Santiago Bernabéu, donde se ubica la salida de la prueba.

Aun así nos pudimos posicionar bastante bien. Con un poco (bastante) de frío, nos dispusimos a esperar que llegaran las 18.15 h, hora estimada de salida para nuestro grupo, el de los "sin marca".

Este año el arranque fue más escalonado que el año pasado. No obstante, creo que tardamos menos en cruzar la línea de salida. Hacerlo en posiciones más adelantadas se nota principalmente en que notamos una mayor densidad de corredores durante todo el recorrido. El primer kilómetro fue bastante lento, ya que no había prácticamente huecos que permitieran correr a gusto. También se hizo complicada la subida por la avenida de la Albufera, ya que la gente se iba quedando y había que ir adelantando por uno y otro lado. Todo el trazado estuvo bastante animado, incluso la zona del paseo del Prado, que el año anterior estaba más "apagada" y vacía de espectadores.

En esta edición me dio la impresión de que había menos gente disfrazada. Y quizás el ambiente era menos festivo y más reivindicativo. Oímos (y coreamos) varias veces el lema "Sanidad pública".

Además de mi novia Patricia, nos acompañaba este año mi cuñado Paco en su primera participación, un poco para probar sensaciones después de su lesión de rodilla y larga recuperación asociada. Me permití tirar un poco de ellos, si se puede decir así, para rebajar el tiempo del año pasado en más de 9 minutos, para una marca final de 1h04'19". Creo que para ellos dos es un ritmo muy digno. Para mí no, pero si vamos a correr juntos es precisamente por el placer de empezar y acabar unidos.

Como siempre, se puede consultar la clasificación oficial en la página de la prueba.

Y a modo de propósitos de año nuevo, voy a poner aquí los míos relacionados con el running (o correr, como dicen los castizos): participar en una media maratón durante 2013 y bajar de 50 minutos en alguna prueba de 10km (preferiblemente la Liberty, que es la carrera popular en la que he participado en más ocasiones y cuyo recorrido tengo más controlado). Dentro de un año veremos si los he cumplido o qué ha acontecido para no poder hacerlo.