Electronic Arts vuelve a la carga con una nueva entrega de su conocida saga de conducción y, de un tiempo a esta parte, "tuning". Veamos si la mezcla es algo más que chicas guapas y coches "pintones".

Primeras impresiones

En la modalidad principal de juego, el modo carrera, el hilo conductor narra la historia de cómo alguien nos ha tendido una trampa y tendremos que "comenzar de cero" hasta lograr desenmascararlo. La acción transcurre en Palmont City, en un lugar en el que diferentes bandas se reparten los diversos barrios de los que se compone la ciudad. El relato es una simple excusa para interconectar diferentes pruebas, que es de lo que se trata el juego.

Aparte de correr y correr, tendremos la posibilidad, ya un tanto carente de originalidad, de ir consiguiendo coches nuevos y "tunearlos". Para ello, podremos adquirir evoluciones tanto estéticas como mecánicas. Por supuesto, ni el catálogo de coches ni las opciones de personalización están a la altura de clásicos como Gran Turismo 4, por citar un conocido ejemplo.

Por último, tendremos la opción de conducir libremente por Palmont City. Sería algo divertido si no fuera porque en esta ciudad parecen haber resuelto sus problemas de tráfico, o bien la gasolina es tan cara que nadie puede permitirse el lujo de sacar el coche. Las calles están prácticamente desiertas, ¿será porque es de noche?, y el decorado tampoco es lo suficientemente atractivo como para incitarnos a dar un paseo por la ciudad.

Gráficos

Da la impresión que el equipo de diseño gráfico y el de desarrollo del motor del juego ya están pensando en la siguiente generación de consolas. Los gráficos parecen una mala adaptación de baja calidad de los de XBox360; además, el "framerate" es bastante bajo y, lo que es peor, da unos tirones que asusta. Está claro que PlayStation 2 no puede con él. Hubiera sido deseable un reajuste del detalle a la baja antes de que la consola dé una impresión tan lamentable. En un juego de carreras de coches, y más como éste, en el que prima la velocidad antes que una conducción depurada, la fluidez es fundamental, y este juego carece de ella. Todo ello aderezado con algunos "poppings" y fallos de perspectiva que harán que, por ejemplo, veamos reflejados los faros de los coches en el asfalto hasta cuando se encuentran tras un cambio de rasante.

Las escenas intermedias mezclan tomas con actores reales (retocados para que no desentonen con los modelos 3D de los coches y escenarios) con cinemáticas realizadas con el propio motor del juego.

Volviendo a los gráficos en carrera, la mezcla de la noche con efectos de "motion blur" tratan de disimular sus carencias (y, en parte, lo consiguen). Atrás quedaron los bellos paisajes de campiña de anteriores entregas de la saga. En este Need For Speed, la noche parece haber confundido a los programadores.

Como punto a favor, comentar que el juego da la opción de usar una pantalla panorámica, algo que comienza a ser necesario dado el nivel de implantación que estos aparatos están teniendo en los hogares.

Sonido

La banda sonora es bastante buena, con cierto regustillo cinematográfico. Unos buenos arreglos y una selección de piezas que van desde el registro orquestal hasta lo más moderno y sintético. Sólo queda empañada por las transiciones entre temas que, en ocasiones, son algo más bruscas de lo que sería deseable. Hablando en cristiano: se notan los cortes.

Los efectos de sonido (rugidos de motor, chirridos, frenazos, golpes, sirenas, etc.) son correctos, pero tampoco destacan por nada en particular. Son demasiado iguales entre unos coches y otros, lo cual les resta personalidad.

Jugabilidad

Básicamente el juego se trata de ir de un punto a otro del mapa enfrentándonos a retos de varios tipos (sprint, radares, circuitos o derrapes). Al principio iremos conduciendo plácidamente de un lugar a otro, guiándonos mediante un GPS que nos indica en qué dirección debemos conducir o en qué cruces debemos girar. Rápidamente nos cansaremos de este método y emplearemos el método directo, que consiste en marcar en el mapa a qué punto de interés queremos desplazarnos y comenzaremos automáticamente el reto en cuestión.

El mapa de la ciudad está dividido en sectores, cada uno de ellos controlado por distintas bandas. En cada sector se nos presentan varias competiciones. Superando la mayoría de ellos (no es necesario hacerlo con todos), el sector pasará a nuestro control. Una vez que hayamos conseguido todos los sectores de una banda, tendremos que enfrentarnos a su líder por partida doble, primero en la ciudad y luego en el cañón, para vencerlo definitivamente. La verdad es que el descenso del cañón es, de largo, la parte más espectacular del juego. En dos rondas, alternativamente un piloto perseguirá a otro mientras descienden por una carretera de montaña con las clásicas curvas y revueltas. Se puntúa más cuando más de cerca persigamos al rival. Gana el conductor que consiga más puntos en su persecución, o bien que adelante o deje atrás al rival durante más de 10 segundos seguidos.

Ganar carreras nos permitirá conseguir dinero y otros objetos con los que podremos añadir mejoras a nuestro coche. Aparte, en determinados momentos de la historia también iremos desbloqueando socios. Cada socio tiene unas características de conducción que lo hacen diferente del resto, como pueden ser la facilidad para buscar atajos, librarnos de nuestros contrincantes a golpes o abrirnos paso si nos colocamos a su rebufo. Podremos tener hasta tres socios contratados, y decidir antes de cada carrera con cuál de ellos correremos.

Vida del juego

Resulta tan sencillo ir superando las fases que, si nos quedamos enganchados en alguna, es probable que la repitamos hasta superarla más por amor propio que por otra cosa (resultaría vergonzoso admitir que nos hemos quedado atascados en un juego tan fácil). Ni siquiera supone un reto ir acumulando objetos y desbloqueando mejoras, ya que se podría decir que son meramente decorativas.

Por lo demás se trata de un juego corto. Un jugador experimentado y con tiempo libre, de un par de sentadas puede dar cuenta del juego, lo cual, dado el precio que tiene, puede sentar mal a más de uno. Además, en esta ocasión no cuenta con un modo online en el que podamos desfogarnos ilimitadamente.

Dificultad

Apretando el botón del acelerador a tope y usando el freno (de pie o de mano) en contadas ocasiones, con un mínimo de pericia seremos capaces de ganar todas las carreras. Todas excepto las de derrapes, que nos han parecido, con diferencia, las más difíciles de todas. Inexplicablemente, quizás para añadir más espectacularidad, en estas pruebas el coche derrapa con el mínimo giro de volante (pad), lo cual lo hace muy difícil de dominar. Se hace muy extraño que el mismo vehículo se conduzca de distinta forma para unas pruebas y otras, además de que emplearemos obligatoriamente la vista exterior. Es algo que desconcierta al jugador (al menos, es el efecto que hemos sentido durante nuestras pruebas).

Afortunadamente, no es necesario ganar todas las carreras para completar el juego, por lo que podemos obviar las ya mencionadas pruebas de derrapaje y seremos los reyes de la ciudad. De hecho, tampoco será necesario tunear el vehículo si no queremos. Usando el primer coche, sin ninguna modificación, hemos conseguido llegar bastante lejos.

Por último, citar que si nuestro compañero gana la carrera, también cuenta como victoria. En resumidas cuentas, no será necesario pilotar como un Ayrton Senna para acabarse este juego.

Conclusión

Por ir cerrando este análisis, estamos ante una nueva entrega de una saga que, creemos, va necesitando un golpe de timón para recuperar la fama merecida que ganó con sus primeros capítulos y que, de no ser así, está condenada al fracaso, por mucho que el "tuning" esté de moda y tenga tirón entre los más jóvenes.

En primer lugar, presenta unos gráficos que no parecen ir acordes con el hardware que los tiene que mover, y que lo hace a tirones, haciendo que la fluidez de movimientos brille por su ausencia en los momentos decisivos.

Por otro lado, su jugabilidad es bastante monótona. El juego, en general, carece de incentivos que nos inviten a seguir progresando un rato más (salvo que te guste tunear el coche, pero para esos menesteres creemos que hay otros títulos que ofrecen más y mejor). La ciudad representada carece de su mayor atractivo, que sería un tráfico denso que nos permitiera ejercitar nuestra pericia al volante.

Como no queremos ser totalmente negativos, queremos destacar, por un lado, la cuidada traducción al castellano, tanto en los textos como en las voces, lo cual es un detalle muy de agradecer para los que no dominen el inglés. En este caso, no se perderán detalle. También hay que citar el buen diseño de los menús de opciones y las transiciones entre los mismos, una diseño cuidado del que hacen gala la mayoría de los títulos de Electronic Arts en general, y la saga Need For Speed en particular.

Ficha técnica

PlataformaPlayStation 2
ManualCastellano
VocesCastellano
TextosCastellano
MultijugadorNo
RecomendadoNo
Lanzamiento08/11/2006
Precio59,95 €

Puntuación

  • Sonido:8/10
  • Gráficos: 7/10
  • Jugabilidad: 6/10
  • Vida: 7/10
  • Dificultad: 5/10
  • Total: 6,6/10

Este análisis fue publicado originalmente en plastico.tv el 28.11.2006.