Llevaba ya algún tiempo con la idea de cambiar la peana que sostiene mi monitor de casa por algún mecanismo que me permitiera cambiar su disposición de manera sencilla. En concreto, para un par de usos íntimamente relacionados con los vídeojuegos. El primero, poder acercármelo para darle "más realismo" a los juegos de coches cuando juego con volante. El segundo, poder girarlo 90° para, así, poder disponer del tamaño completo de la pantalla en los juegos de naves con orientación vertical. Así también, de rebote, liberar la zona de la mesa que cae justo debajo de la pantalla, y aprovecharla para dejar ahí algunas cosas.

Hace unas pocas semanas que reactivé la idea, esta vez con el firme propósito de llevarla a cabo. Tras una pequeña búsqueda en esa tienda de Internet que empieza por A y acaba, no por Z, sino por N, di con un par de modelos que me convencían. Pero, claro, no iba a ser todo tan fácil a la primera. Al echar un vistazo al panel posterior del monitor, me di cuenta de que los anclajes VESA no se correspondían a un cuadrado. Tengo entendido que lo habitual es que sean de 75x75, 100x100 ó 200x200. En el caso de mi pantalla, son de 200x100. Así que, además del soporte, hubo que buscar un adaptador. Por una vez fui afortunado con la compra. Lo digo porque el adaptador me costó 8 euros, no los 31 que cuesta ahora.

Dicen que un hombre precavido vale por dos. Primero compré el adaptador y, una vez que lo tuve en casa y, efectivamente, era adecuado para mi propósito, compré el soporte. Que sí, una precaución un poco absurda, pero así fue como ocurrió. Una vez con todo el material, el montaje es bastante sencillo. Ambos productos, adaptador y soporte, traían los tornillos necesarios para el acoplamiento.

Vista del nuevo soporte del monitor Vista del nuevo soporte del monitor

Tras este tiempo de uso, he de confesar que hay algunos detalles que no me acaban de convencer. Para empezar, aunque el soporte tiene un par de articulaciones, ninguna de las dos da 180° de giro, por lo que no se puede colocar arbitrariamente en cualquier posición. Es difícil de prever hasta que lo tienes montado e intentas colocar el monitor. Otro inconveniente, éste más previsible, es que dichas articulaciones han de apretarse con una llave para fijarlas. Por lo tanto, no es plan de andar moviendo la pantalla cada dos por tres. No, al menos, con este soporte. Seguramente uno que permita hacer esto con más comodidad será bastante más caro. Otro problema que quizás tampoco es tan evidente, al menos no para mí, es que necesitas espacio libre alrededor para mover y girar el monitor. Especialmente, si lo quieres colocar en posición vertical, o regulas también la altura (recordemos, aflojando y apretando la abrazadera correspondiente con una llave) o lo dejas de por sí bastante alto. De hecho, todavía no he hecho ninguna prueba con algún juego de configuración vertical.

En definitiva, lo tengo colocado alto para mi gusto. Hasta donde yo tengo entendido, la pantalla se debe colocar por debajo de la línea de visión. Así que, resumiendo, contento con el cambio pero no responde al 100% de las expectativas que tenía con el invento. Eso sí, los juegos de coches son una gozada poniéndote la pantalla casi en las narices.

El monitor en su ubicación definitiva (por ahora) El monitor en su ubicación definitiva (por ahora)

Para los curiosos, estos son el soporte y el adaptador elegidos.

PD: Lo sé, la mesa tiene demasiados cables (entre otras cosas) para mi gusto, y demasiado desparramados. Algún día se me ocurrirá una buena manera de escamotearlos en condiciones.