Hace ya unos meses que completé de una manera bastante satisfactoria la migración de este blog, desde su alojamiento en Blogger a una plataforma propia. Quedaron algunas cosas en el tintero, de las que soy consciente y que, poco a poco (espero) iré corrigiendo y mejorando.

No obstante, una que sí que estaba convencido de haber hecho era la adaptación del feed con los últimos posts del blog. Y, de hecho, estaba disponible, salvo por un pequeño detalle, que mi compañero Javier se encargó de hacerme notar de una manera elegante.

Me comentó que iba a agregar mi blog a Feedly para estar al corriente de lo que vaya publicando, aunque ya le advertí de que mi ritmo de escritura es más lento que el de George R. R. Martin - lo de que los contenidos sean o no interesantes eso ya lo dejo a criterio del lector. Y me mostró cómo, al agregar mi blog, no funcionaba. Justo le estaba manifestando mi extrañeza, precisamente por lo que comentaba antes (que el feed sí que debía estar disponible), cuando caí en la cuenta del detalle que faltaba: hay que indicar en el código HTML del blog cuál es ese feed.

Dicho y hecho, en un minuto estaba solucionado. Más adelante, ya en casa, aproveché para redirigir a los posibles suscriptores antiguos del blog desde su ubicación anterior, si es que todavía quedaba alguno.

Así que, como se suele decir: “tarea completada”. Y, desde aquí, mi agradecimiento público a Javier por el aviso.