Con el cierre de sus respectivas tiendas de juegos, las antecesoras de Switch en sobremesa y portabilidad, WiiU y 3DS respectivamente, llegan al final de su ciclo de vida. A modo de homenaje, Nintendo ha publicado una web en la que podemos generar una imagen de recuerdo de nuestros mejores momentos con ambas consolas. En mi caso yo sigo usando la 3DS, y ocasionamente enciendo la WiiU para seguir con los dos o tres juegos que tengo pendiente de completar (aunque Paper Mario se me está haciendo bola).
Cantidad ingente de horas que le he dedicado al Picross de Pokémon. Y todavía me quedan horas, porque aun no he completado todos los puzles.
Tampoco me sorprende el podio de títulos más jugados de WiiU. Únicamente, yo hubiera jurado que la plata y el bronce deberían estar intercambiados. Y, de hecho, podría llegar a ser así más adelante, aunque no tengamos forma de comprobarlo. Porque no he completado el 100% de Capitán Toad, y me gustaría hacerlo. Mientras que dudo que siga jugando a Super Mario 3D World, más teniendo en cuenta que lo compré para Switch.
Hace poco más de un año que comencé a leer la primera entrega de este manga, Neun. Si volvemos a la reseña que hice en este mismo blog, las primeras impresiones no podrían ser mejores.
Durante el año, como estaba planificado, Norma Editorial ha ido publicando las sucesivas entregas, hasta la número 6 que, a día de hoy, es la última. Las he ido comprando en mi librería de confianza, y he esperado pacientemente a tener la serie completa para empezar a leer.
Volví a leerme el primero, como no podía ser de otra manera, ya que había olvidado los detalles, y durante estas últimas semanas, en sesiones cortas, he llegado hasta el final. Y me he quedado bastante frío.
Sin hacer referencia explícita a nada de lo que se relata, tengo la impresión de que la historia va de más a menos. De un punto de partida muy potente, con múltiples aristas para poder explorar y desarrollar, el relato cae en lo previsible, incluso teniendo en cuenta la transformación (para mí, algo forzada) que se da en algunos personajes.
Para terminar de enredar el asunto, aunque igual es cosa mía, a veces cuesta seguir el relato, ya que nos encontraremos con algunos flashbacks y cambios de contexto que nos dejan algo descolocados.
En fin, que para ser mi primera historia en formato manga (he leído los de Zelda, pero conocía la historia, así que no los considero novedosos en ese sentido), la experiencia ha sido un poco decepcionante. Quizás ha sido un problema mío de gestión de expectativas. Pero es que, cómo no iban a estar altas, con un comienzo en el que se mezclan nazis, y espías con katana. A continuación lo detallaré un poco más, citando cuestiones concretas de la trama. Así que, si no quieres spoilers, puedes dejar de leer aquí.
El supuesto villano, Sechs, se diluye como un azucarillo. Con el Dr. U pasa tres cuartos de lo mismo. La evolución tanto de Neun como de Rebeca me ha dejado fuera de juego totalmente. El primero pasa de víctima a verdugo sin mediar una transición más o menos razonada. O al menos yo no me he enterado. La segunda pasa de querer proteger a los hijos de Hitler a centrarse en exterminar a Neun (y, como era de esperar, fracasar estrepitosamente).
Me gustaría pensar que me estoy perdiendo algo y que alguien me lo pudiera explicar.
De este año poco puedo decir. Si el año pasado ya lo superamos como pudimos, este puedo decir que me ha pasado por encima. Quizás la faceta profesional ha sido la única que se ha mantenido medianamente a flote, porque en lo personal ha sido una bofetada detrás de otra. ¡Y qué complicada es la paternidad! Pero esa reflexión prefiero dejarla para otro momento, con más tiempo y tomando perspectiva.
A lo que ya he renunciado es a hacer planes concretos de futuro. Obviamente, sigo teniendo unas metas, pero voy a intentar ceñirme más a la actitud y al día a día que a objetivos concretos, porque es muy frustrante que la realidad te los desmonte sin piedad alguna.
En resumen, 2021 ha sido muy duro, probablemente el más duro de mi vida, al menos que yo recuerde. Y no voy a cometer el mismo error de pensar, como el año pasado, que porque había sido un año pasado, el siguiente tendría que ser mejor porque sí. Ya veremos qué nos depara 2022. Yo me espero cualquier cosa.
Así que, como ya es tradición, vamos a dejar recopilados por aquí los datos de consumo de videojuegos que nos ofrecen "amablemente" tanto Nintendo como Sony, y los datos del (poco) ejercicio físico que he hecho este año, por cortesía de Strava.
No sé si tiene siquiera sentido indicar que en 2021 he publicado 32 entradas en el blog. Muy lejos por supuesto de mis mejores momentos, pero no deja de ser un logro seguír aquí después de 17 años. En 2019 fueron 19, 25 en 2020, así que al menos podría indicar un cambio de tendencia que debería refrendar (o no) en 2022. Aunque, para ser sincero, con el tiempo libre tendiendo a escasear cada vez más, tengo que racionalizar esfuerzos y centrarme (y concentrarme) en lo realmente importante.
Los números indican que he jugado menos horas que en 2020, lo cual en principio tiene sentido viendo justo el dato anterior de Switch.
Strava
Las estadísticas de Strava no incluyen los partidos de fútbol sala del jueves, aunque la temporada pasada nos quedamos en blanco, entre unas cosas y otras. Así que sólo llevamos desde septiembre, y nos está costando juntar gente; ya hemos fallado algunos días. En cuanto a correr, he intentado ir recuperando poco a poco el ritmo de entrenamientos, pero entre unas cosas y otras, no ha sido posible. Desde luego que, en cualquier caso, estoy muy lejos de la rutina que tenía en 2017 cuando corrí la maratón de Madrid. Como hito interesante, una salida con la bici de carretera que amablemente me cedió Miguel. Poco menos de 70 km que me costaron la vida, pero me hicieron sentir muy bien.
Otro de los juegos que tenía pendientes desde hace bastante tiempo es este Shadow Of The Tomb Raider. Perteneciente a la trilogía que arrancó en 2013 con el reboot de Tomb Raider, cerrando su arco narrativo.
Empecé a jugar de manera algo tímida el 20 de noviembre. Y ya me puse con él en serio a raíz de tener el nuevo monitor 4K con HDR. De primeras noté que el juego se veía mucho más nítido a la par que "oscuro", y tardé algunas sesiones en acostumbrarme y calibrarlo a mi gusto.
La verdad es que no es un título que me haya enganchado, y si lo he terminado ha sido un poco por inercia. Aunque apenas recordaba la historia de las entregas anteriores, sí que tenía recuerdos de las mecánicas (especialmente el tiro con arco) y, en general, me dejaron un poso de satisfacción. No me he parado a pensar con detenimiento si este juego es tan diferente a los anteriores, tanto en ambientación como en historia y jugabilidad, pero el caso es que se me ha hecho hasta pesado en algunos tramos.
Releyendo lo que escribí sobre los dos juegos anteriores me doy cuenta de que no es tan diferente. Al menos, los elementos característicos siguen ahí. Una puesta en escena cinematográfica, con un notable apartado gráfico y sonoro (mención especial al doblaje). Un sistema de checkpoints muy amable con el jugador. El instinto de supervivencia para detectar los puntos de interés en el escenario. La combinación entre acción (tiroteos), sigilo, plataformeo y puzles.
Los puntos de experiencia y la recolección de materiales para mejorar tanto nuestras habilidades como las armas que portamos.
Los campamentos, que sirven tanto de punto de mejora como de viaje rápido.
Incluso tiene su fase de flashback, en la que controlaremos la voluntad de una jovencísima Lara para descubrir más detalles de su pasado. En resumen, no solo comparte elementos y mecánicas con los anteriores títulos, sino también con muchos otros juegos contemporáneos a los que acostumbro a jugar.
También hay zonas de "mundo abierto" en las que se nos ofrecen misiones secundarias, exploración de tumbas y la típica recolección de objetos. Quizás en este juego me han parecido más evidentes que en los anteriores. Pero, en cualquier caso, no son necesarias para seguir la trama y, al menos en mi caso, no me han ofrecido ningún aliciente para enfrascarme en ellas.
Entonces, si es tan continuista, ¿qué es lo que falla? Pues no lo tengo claro. Puede ser un problema mío, de momento personal. Digo esto porque, al final, no es tan diferente de otros juegos con los que he estado últimamente y me han enganchado bastante más. Por otro lado, curioseando por Internet he visto que los analistas le han otorgado a este la puntuación más baja de los tres juegos. Así que no es únicamente mi culpa; algo han tocado que ha descuadrado un poco la fórmula.
Un detalle que ya he visto en otros juegos, como Spider-man o Luigi's Mansion 3 sin ir más lejos, es la existencia un punto de no retorno tras el cual se "cancela" el mundo abierto y nos acercamos al final de la historia. Luego, dependiendo del caso, podremos seguir haciendo misiones o habremos terminado. En este caso, podremos continuar, aunque yo no lo he hecho, como os podéis imaginar.
Como he dicho, empecé sobre el 30 de noviembre, por lo que le he dedicado menos de un mes. Ignoro eso sí cuál ha sido el cómputo exacto de horas, ya que no se ofrece ese dato en las estadísticas. Sólo sé que he completado un 68%. Teniendo en cuenta que he pasado por alto la mayoría de misiones secundarias, es posible que el juego no tenga tanto contenido disponible como pudeira parecer.
Una vez más, la parte multijugador la he obviado, así que no me puedo pronunciar sobre ella. En resumen, tercera parte de una trilogía que, en su conjunto he disfrutado, aunque esta entrega en concreto la he terminado más por cubrir el expediente que porque me haya gustado realmente.
Llevaba años barruntando la idea de renovar mi "viejo" LG Flatron M2762D y cambiarlo por un monitor más moderno, del mismo tamaño aproximadamente pero con una resolución de 4K.
¿Los motivos para no hacerlo? Muy variados. El primero y más importante: que sigue funcionando. Y, si no está roto, ¿por qué cambiarlo? El segundo: el LG es un monitor/televisión muy completo, aunque es cierto que la mayoría de sus funciones no las estoy aprovechando a día de hoy: altavoces (uso en su lugar un sistema 2:1 externo), entrada de antena (casi no veo la tele convencional, mucho menos cuando estoy en mi habitación), entradas múltiples de vídeo compuesto, componentes, VGA (las consolas antiguas las conecto a un monitor CRT, y el ZX-UNO lo uso de pascuas a ramos, y también lo puedo conectar al CRT). Y, el tercero: no he visto un monitor nuevo con un precio atractivo que me convenza en su conjunto; a todos les falla alguna característica.
Por otro lado, teniendo una PS4 Pro, y un Macbook Pro para (tele)trabajar, que son, con diferencia, los dos equipos que más uso en esa pantalla, estoy limitado por una resolución de 1080p, con una pantalla que tampoco se ve demasiado nítida para lo grande que es.
Así las cosas, durante este pasado Black Friday, en Amazon pusieron el monitor Samsung LU28R552UQRXEN de oferta a su precio mínimo histórico. No quería dejarme arrastrar por el consumismo y, de hecho, esperé hasta el último momento. Pero finalmente me decidí a comprarlo.
En principio estoy razonablemente contento con él. Desde luego que se ve mejor que el que tenía. Si no, menuda tontería haber hecho el cambio. Por el momento le he encontrado tres pegas. La primera es que tiene una fuga de luz en la esquina inferior derecha, que es cierto que sólo se aprecia con imágenes oscuras si tenemos poca luz ambiente. He leído que es un problema de fabricación de los monitores, y que podemos intentar cambiarlo hasta que nos entreguen uno que no las tenga. Pero se me antoja jugar a la lotería, y también entiendo que, por el precio que tiene, no puedes pedir la perfección. La segunda pega es que los menús del monitor, el cambio de fuente de entrada, etc., son muy lentos. La tercera, menos importante, es que la forma que tiene la parte de atrás, con un círculo decorativo que sobresale, no permite atornillar adecuadamente el soporte VESA. Los tornillos superiores no se pueden atorillar hasta el fondo como los inferiores. Tendré que buscar unos un poco más largos.
El monitor no tiene altavoces, lo cual también podría ser una desventaja. Pero en mi caso no es tal, ya que, como he comentado anteriormente, llevo muchos años usando un sistema 2:1 de Logitech para escuchar cualquier cosa que conecto al monitor, o bien los cascos si no quiero molestar.
Por lo demás, los juegos de PlayStation 4 se ven mucho mejor, aunque ya sé que la consola saca un 4K "de palo". Y puedo usar el ordenador del trabajo con un escritorio más grande en el que me caben más ventanas (tampoco demasiadas porque si no la letra se hace muy pequeña y no la veo).
Eso sí, de primeras me llevé un "susto", porque conectándolo con el cable que usaba, el escritorio se veía en fondo amarillento/verdoso.
Estuve indagando y, por lo visto, se pueden trucar de alguna manera los modos de vídeo que acepta el monitor para forzar a que represente los colores adecuadamente.
Pero finalmente, y por fortuna, todo ha quedado resuelto con un nuevo cable Display Port de 10 euros.
Por tanto, contento con la compra, pero nada de conectar cualquier cosa que no sea HDMI o Display Port a partir de ahora. Aunque para las consolas antiguas ya tengo pensada una solución que espero contar por aquí dentro de algunos meses. Eso y darle una segunda vida al antiguo monitor.
"Naturaleza encendida" es un montaje que decora el Jardín Botánico de miles de luces LED y que, al caer la noche, lo convierten en un lugar diferente. La decoración de este año lo hace parecer un gran océano.
En 2019 ya tuvimos interés en ir pero, por lo que fuera, no llegamos a comprar las entradas. El año pasado fue imposible, ya que se trataba de una de las pocas actividades que se podían hacer en medio de la pandemia, al ser al aire libre, y la demanda era máxima. Por fin, este año hemos estado avispados y sí que hemos comprado las entradas. Aunque parezca mentira, para fines de semana y fechas "clave" ya estaban todas agotadas.
También ha sido una de las primeras actividades que hacemos con Óscar. Que, aunque todavía no tiene tres añitos, también ha tenido que pagar su entrada. Y es que he de reconocer que, aunque el montaje costará un dinero, así como tenerlo encendido (y más con los precios de la luz que nos gastamos últimamente), una vez visitado creo que no vale lo que cuesta.
Aun así tuvimos suerte. Pese a que estuvo lloviendo justo el fin de semana pasado, hoy el único retazo de esas precipitaciones lo formaban algunos charcos y barrizales en el trayecto. Con la lluvia y el frío, la visita hubiera consistido en pasar un rato incómodo más que otra cosa. Pero no sé, el ser de noche, el frío, la maldita pandemia que no acaba, y el tener que estar más pendientes del crío que no para (como es normal), quizás me hicieron no disfrutar del paseo como me hubiera gustado. Quizás en verano se podría afrontar de otra manera. Aunque, claro, el horario habría de ser bien diferente.
Normalmente uno siente añoranza por los seres queridos, o los lugares que ha habitado o visitado en el pasado. Es muy raro sentirla por un extraño, y más por alguien que, a priori, por su posición, no debería despertar ese tipo de sentimientos. Sin embargo, yo reconozco que echo de menos a Satoru Iwata.
Al enterarme de la existencia de esta publicación, estuve a punto de comprarla ipso facto. En aquel momento la edición en inglés era la que más tenía a mano y, aunque en principio no tengo problema en comprar libros en la lengua de Shakespeare, al saber que había planes de editarlo en castellano, me esperé hasta que fuese lanzado, lo que ocurrió hace algunas semanas.
Autor: Hobonichi
Traductora: Blanca Mira
Año: 2019
ISBN: 978-84-1342-594-8
Depósito Legal: B 8.527-2021
La carrera de Iwata dio comienzo como programador en la empresa HAL Laboratories y culminó como CEO de Nintendo entre los años 2002 y 2015. Una de sus citas más conocidas es "En mi tarjeta de presentación, soy presidente corporativo. En mi mente, soy desarrollador de videojuegos. Pero, en mi corazón, soy un jugador". Durante su mandato se lanzaron las consolas DS y Wii. Fue alguien que, quiero pensar que honestamente, mostró interés por los jugadores, y así lo demostró en las decisiones que tomó al frente de la compañía, a diferencia de la deriva que ha parecido tomar últimamente, navegando en un mar de billetes, eso sí. Me resulta muy difícil ver un Nintendo Direct y no lamentar que no vaya a aparecer nunca más.
El libro recoge una recopilación de declaraciones, pensamientos y reflexiones a lo largo de varias etapas de su vida profesional. La verdad es que esperaba información más "técnica" y "anecdótica". Lo que he encontrado ha sido un repaso por su trayectoria pero desde un punto de vista más filosófico. Que, aunque no era la idea que tenía al enfrentarme a la lectura, sí que espero que me pueda servir de inspiración.
El precio del libro se me antoja un poco elevado para el contenido que ofrece. Que, además, no es nada exclusivo, sino una recopilación de artículos ya publicados en la revista Hobo NIkkan Itoi Shinbun y que también se pueden encontrar en Internet. Pero bueno, ya sabéis, al final no es tanto su valor intrínseco, sino lo que estéis dispuestos a pagar. Aunque a él ya no le vaya a servir para nada, al menos a mí me sirve como un pequeño homenaje que puedo dedicarle.
Luigi y su aspiradora de fantasmas con linterna incorporada vuelven a protagonizar una aventura contra el malvado Rey Boo, esta vez ambientada en un hotel encantado. Se trata de un juego muy continuista con la entrega anterior. Tanto en personajes como en desarrollo y mecánicas. La aspiradora/sopladora, el "desoscurizador" y la "estrobombilla" ya las conocíamos. En esta ocasión contaremos, además, con el desatascador, el propulsor y nuestro alter-ego, Gomiluigi, que nos ayudarán a superar los nuevos retos que se plantean.
El desatascador podemos lanzarlo contra ciertos objetos y luego, con la aspiradora, tirar de él. El propulsor nos permite dar un "golpe de aire"; que moverá todos los objetos que tengamos cerca. Gomiluigi es un clon de Luigi, que podremos manejar a nuestro antojo, y que está hecho de un material especial (y altamente flexible) que le permite colarse por rendijas por las que Luigi no puede acceder.
El juego de 3DS ya era bastante bueno. No obstante, estas nuevas mecánicas le dan una vuelta de tuerca (especiamente Gomiluigi, que además puede ser controlado por un segundo jugador en modo cooperativo), y tanto los puzles como los enfrentamientos con los jefes son bastante ingeniosos. Quizás en algún punto podamos quedarnos atascados, pero normalmente se soluciona con el "desoscurizador", ya que habrá algún objeto que estará oculto a simple vista y tendremos que revelarlo.
Por lo demás, la ambientación está muy lograda, con un escenario diferente en cada uno de los 15 pisos del hotel. Gráfica y sonoramente muy pulido. Y, si nos quedamos con ganas de más, siempre tenemos la posibilidad de intentar encontrar el 100% de joyas ocultas (seis en cada planta), el multijugador online (que funciona bastante bien, aunque me costó encontrar alguna partida las dos veces que lo he intentado) y, si estamos dispuestos a pagar más, un DLC con contenido adicional.
A partir de cierto punto, tendremos la posibilidad de teletransportarnos de forma automática a la guarida del profesor Fesor, desde la cual tendremos acceso a las diferentes opciones.
Os recomiendo que llevéis siempre algunos huesos para que, en caso de muerte, nuestro fiel amigo Ectochucho nos resucite (a cambio de uno de ellos). Si no lo hacéis y se os da mal, veréis la fatídica pantalla de fin de partida.
En algunas fases se hace un poco repetitivo, como cuando nos tenemos que enfrentar a cierto gatito, lo cual nos obliga a tener que volver a recorrer ciertos niveles y alarga la duración de una manera un tanto artificial. Pero, por lo general, es bastante variado en situaciones como para que la experiencia resulte amena.
El juego está trufado de buen humor, guiños y referencias. Una de ellas es el propio mapa del juego, al que se accede mediante el Virtual Boo, un homenaje a la Virtual Boy, la fracasada consola de Nintendo.
Casi al final llegaremos a un punto de no retorno, a partir del cual ya sólo queda enfrentarnse a Rey Boo para completar el juego. Se nos avisa por si queremos dar la vuelta y completar más desafíos, buscar fantasmas, comprar huesos o lo que estimemos oportuno.
En definitiva, un título de acción más puzles, apto para todos los públicos, que obviamente engancha por la diversión que proporciona, no por la historia que sirve de hilo conductor. En mi caso he empleado 14h47' en completarlo, sin haber encontrado a todos los fantasmas ni joyas ocultas.
PS: No me he acabado todavía la primera entrega. El año pasado lo cogí con ganas en su versión original de GameCube, avancé más que la vez anterior, pero volví a dejarlo a medias. Aunque la base del juego es la misma, no termina de engancharme. No descarto volver a intentarlo, pero ahora mismo no veo el momento de hacerlo.