Tener un Mac no significa renunciar a joyas como las que publican desarrolladores como Locomalito, que suelen trabajar solo para Windows. Os explico cómo hacerlo.
Hay que estar abierto a cambios para poder mejorar y evolucionar. Así que voy a darle una oportunidad a Spotify, a ver qué tal me va.
Tras más de cuatro años de feliz uso, alguna vez tenía que ser la primera...
Como ya he explicado anteriormente por aquí, durante los últimos años tengo dedico poco tiempo a leer, menos del que me gustaría. Antes me aprovechaba de los trayectos al trabajo en transporte público para devorar libros. Pero ahora el tiempo libre lo reparto entre otras aficiones y la lectura la dejo para las épocas de vacaciones, algo en Semana Santa y Navidad y, principalmente, en las de verano. Ya suelo tener una lista de libros pendientes de leer y, en esos períodos, me pongo con libros de la lista que me dé tiempo. No obstante, durante el resto del año también leo. Principalmente libros técnicos y revistas.
Con este tema llevaba unos cuantos días volviéndome loco, así que lo comento por aquí por si le es de utilidad a alguien.
No esperéis un análisis sesudo. Unas reflexiones rápidas (y con mala baba) a la vista de la página comparativa en la web de Apple.
El trackpad del Macbook Pro es bastante cómodo y preciso. Eso sí, es necesario un periodo previo de aclimatación, ya que no tener botones separados, o las características multitouch, el manejo es un poco diferente de lo que estamos acostumbrados. No obstante, llamadme clásico o conservador, pero yo me sigo manejando mejor con el ratón. Y para ello nada mejor que el Logitech M180, que ya lleva unos cuantos meses conmigo.
Compartir ficheros entre ordenadores es uno de los usos más básicos que se le puede dar a una red, pero es quizás una de las primeras necesidades que surgen. Con mi anterior portátil con Ubuntu lo tenía fácil en casa, ya que el servidor de ficheros también es Ubuntu. Lo más cómodo es usar SSHFS.
Ya tenemos el ordenador y empezamos con los complementos. De todos es sabido que los señores de Apple son muy puñeteros para estas cosas de los cables, conectores y demás interfaces con el mundo exterior. ¿Para qué van a implementar los estándares cuando pueden usar diseños propietarios y hacerte pasar por caja?
Desde hace poco menos de un par de semanas he dado un nuevo giro a mi vida como usuario informático. Tras haber sido durante muchos años usuario de Microsoft, primero con MS-DOS y luego con Windows (demasiados años, diría yo), y haberme pasado a Ubuntu en casa y, posteriormente, en el trabajo, a nivel personal me he comprado un Mac, por lo que he pasado a formar parte de la "secta", como pensarán muchos por ahí.
No deja de ser curiosa (corregidme si me equivoco) la obligación de usar iTunes para actualizar nuestro terminal. De hecho, ya es bastante curioso que estemos obligados a tener un ordenador. Vale, hoy en día casi todo el mundo lo tiene. Y, un usuario de iPhone, casi con total seguridad, pero es curioso. Pero todavía es más inquietante el hecho de que sólo hay versiones de iTunes para OSX y Windows, por lo que tendremos que pasar por caja. En este caso, la manera más económica de hacerlo es usar Windows. Estoy dando por hecho de que lo habitual es disponer de un PC; es probable que en EE.UU. la realidad sea bien distinta y todo el mundo tenga un Mac en sus hogares.
Llevo ya unas semanas con el iPod y, poco a poco, ya le voy cogiendo el hilo. Sobre todo a iTunes. Ya había usado la aplicación con anterioridad, principalmente para escuchar las emisoras de radio por Internet, pero no había trasteado demasiado con la biblioteca de música y sus posibilidades.
Llevaba tiempo buscando una solución para tener ordenada mi colección de música. El primer paso fue comprar un disco duro grande (externo) y clasificar ahí todos los ficheros, aprovechando para pasar a MP3 una buena cantidad de CDs originales que todavía no tenía en dicho formato.