Último juego (por el momento) de la franquicia de títulos de sigilo protagonizada por Sam Fisher.
Segunda entrega de la trilogía de Batman que llevaba años pendiente de jugar
Última entrega de la saga para consolas de séptima generación y que cierra la 'trilogía norteamericana' con una jugabilidad muy en la línea de Black Flag
No soy yo un gran fan de los comics. De pequeño sí que leía lo que por aquí se llamaban tebeos; los clásicos personajes de Ibáñez, Escobar y compañía. Como mucho, saliéndome de la tradición patria, Asterix y Tintín, pero poco más. Creo que nunca he leído un comic de súper héroes. Pero sí que los he seguido, tanto en la gran pantalla como en la más pequeña y pixelada.
Tendría que revisarlo pero, deportivos aparte, es posible que Assassin's Creed sea la saga de la que tengo más títulos, siendo todos de la misma consola (Xbox 360, aunque esto lo matizaré más tarde). Estaba revisando el archivo del blog, porque no recordaba haber escrito sobre ninguno de ellos. La memoria me ha traicionado: sí que hay un par de entradas, sobre la demo de Assassin's Creed Revelations y, una bastante reciente, sobre Assassin's Creed III.
Si hiciéramos una lista de los personajes más icónicos de los videojuegos, seguro que Lara Croft estaría en ella. La despampanante arqueóloga ha sido protagonista de una buena cantidad de títulos en diversas plataformas a lo largo de varias generaciones, desde su estreno en 1996 en Sega Saturn (la versión original), Sony PlayStation y PC, así como de un par de películas en la gran pantalla.
Estamos ante la que debería ser la tercera entrega de la saga Assassin’s Creed, una serie de videojuegos que nos narran el secular enfrentamiento entre los Asesinos y los Templarios por el control del mundo. Sin embargo, en algún momento se “torció” la idea inicial, y lo que tenía pinta de conformar una trilogía ha acabado convirtiéndose en una saga de entregas anuales y numerosos spin-offs de los que servidor ya ha perdido la cuenta. El segundo capítulo, centrado en la historia de Ezio Auditore en la Italia del siglo XVI, se convirtió a su vez en una trilogía.
La saga Grand Theft Auto, desde su tránsito a la tridimensionalidad (GTA III, 2001), fue un juego que marcó un antes y un después en el género denominado como "sandbox". Aunque, de hecho, existen muchos títulos actuales que lo han superado en mi opinión (por ejemplo, Assassin's Creed), tiene un "algo" que me gusta. GTA III lo jugué primeramente en PC, aunque no lo llegué a terminar. Fue en PS2 donde terminé ese y su continuación, Vice City. San Andreas lo tengo pendiente (sigo pensando que es un juego que le viene grande a la consola). Y también he de reconocer que no ha sido hasta hace poco que los he adquirido originales. Sin embargo, el primer título que compré para PS3, allá por el año 2008, y descontando GT5 Prologue (que venía con la consola), fue GTA IV. Y pagando los 70 eurazos de rigor, desembolso que he efectuado muy pocas veces, si no ninguna.