Tras la interesante pero áspera lectura de la segunda parte del Quijote, nada mejor que una historia de intrigas para relajar la lectura.

En esta ocasión la acción nos traslada a Italia, ya que toda ella se desarrolla en la ciudad de Venecia, tanto lo que podría llamarse "introducción histórica" a la trama como todo el desarrollo de la misma ya ubicado temporalmente en un pasado muy cercano.

Antonio Vivaldi, el genial compositor del siglo XVIII, descubre un secreto de suma importancia. Como miembro de la hermandad "Fraternitas Charitatis", una organización que se erige a sí misma como custodia de ciertos conocimientos cuyo conocimiento podría resultar "peligroso" para la humanidad. Siendo consciente de que la muerte le acecha, decide comunicar dicho conocimiento a uno de sus "hermanos", a fin de que dicho saber no se pierda. Se trata del "secreto del cura rojo".

Ya en la actualidad, Lucio Torres, un músico español, acude a Venecia a un congreso de música. Lucio es violinista y apasionado de la música de Vivaldi. Dicha pasión le hará toparse, investigando unos fondos documentales en el Ospedale della Pietà, donde Vivaldi dio clase, por una casualidad con una partitura que cree del italiano, pero cuyo contenido no concuerda en absoluto con la genialidad que se le presupone. Todo son casualidades, porque, paralelamente, entabla una relación con la hija de la dueña del hostal donde se hospeda, María del Sarto. Dicha joven le habla del "secreto del cura rojo".

A partir de ahí, deciden desentrañar el misterio y, siguiendo con las casualidades, van a pedir ayuda, sin ellos saberlo, a personas pertenecientes a dos ramas escindidas de la "Fraternitas Charitatis", la misma hermandad a la que pertenecía Vivaldi.

No voy a seguir desgranando el argumento, ya que tampoco da mucho más de sí, el resto hasta el final es fácilmente imaginable por los asiduos a este tipo de novela que se está popularizando últimamente, y de la que soy habitual consumidor, para qué negarlo. Títulos como El Código DaVinci, El Último Catón, El Enigma del Cuatro, La Última Cena... Todos consisten en lo mismo, desentrañar un secreto que se oculta en un libro, un cuadro, un cuerpo, etc.

Sólo puedo calificar el libro como malo. El argumento no es demasiado enrevesado, no tira apenas de referencias históricas y, al final, se convierte en demasiado previsible. El problema es que prácticamente ves venir a todos los personajes "de frente", con lo que la intriga es nula. Las descripciones del entorno (la ciudad de Venecia), no pasan de correctas. El ritmo es ágil, la acción transcurre en apenas unos días. Sin embargo, el argumento es totalmente plano, plagado de casualidades sin sentido (lo cual insulta la inteligencia de un lector que busque "algo más"), las conversaciones suenan forzadas e irreales...

Es un buen ejemplo de cómo mezclar buenos (aunque tópicos) elementos y escribir un texto mediocre. Supongo que ahí está la diferencia entre los buenos y los malos escritores, en sacarle jugo a un conjunto dado de elementos. Pero está claro que un misterio y un personaje histórico famoso no son suficientes.

Por tanto, me alegro de haber comprado este libro en edición de bolsillo. Y, la verdad, podrían editar así todos de primeras, ya que son más cómodos de llevar en el transporte público, de leer y, por descontado, son más baratos (vienen a costar la mitad que una edición normal). Quizás por lo malo que es la editorial ha optado por sacarlo directamente en edición de bolsillo. Si no no me lo explico.

Esta experiencia me recuerda que me tengo que buscar una biblioteca cuanto antes, o apuntarme a algún programa de bookcrossing.