Bueno, pues como lo prometido es deuda, y antes de que pase más tiempo y me dé más pereza, quiero comentar brevemente qué me pareció mi experiencia en Négone.

La historia que te venden es que Négone es una cárcel de alta seguridad de un régimen fascista. Sin embargo, hay un grupo de rebeldes que ha conseguido crackear el sistema informático (marca Intel, para más señas, y no es coña), y que nos ayudarán a escapar de la cárcel.

Varias personas pueden entrar a la vez en el juego. Sin embargo, la interacción con el resto de participantes es prácticamente nula. Se trata de un juego en el que iremos avanzando en solitario.

Antes de entrar en la cárcel nos colocarán un brazalete que tiene una pequeña pantalla, un sensor (yo diría que infrarrojo) y cinco botones. Cuatro de ellos marcados con las letras A, B, C y D, que nos permitirán contestar a preguntas y un quinto que nos permitirá llamar a alguien de la organización para abandonar el juego (porque nos sintamos indispuestos, porque no podamos continuar o, sencillamente, porque queramos salirnos en cualquier momento).

La mecánica del juego es la siguiente: iremos abriendo puertas con el brazalete, acercándolo a unos sensores (es importante cruzar las puertas de uno en uno ya que, si no lo hacemos así, nos eliminarán). Una vez dentro de cada sala, deberemos acercar el brazalete a alguno de los sensores que acompañan a las varias pantallas que encontraremos. Desde cada pantalla se nos darán instrucciones de cómo continuar, o bien se nos propondrán preguntas que tendremos que contestar (con los botones A, B, C y D del brazalete) antes de un tiempo determinado (30 segundos).

Cada pregunta correcta nos otorgará puntos y algún objeto que necesitaremos para seguir avanzando. Cada error hace que sea más fácil que nos detecten.

Négone es un buen intento de aproximarnos a un videojuego. La atmósfera conseguida es bastante convincente. El problema es, básicamente, que sólo se trata de un decorado. Nuestra única forma de progresar es a través de las pantallas de preguntas y respuestas. Encontraremos detectores láser, suelos que al pisarlos disparan alarmas, complejos entramados de cuerdas flexibles... sin embargo no sirven para nada. Podremos tocar los láser o activar las alarmas; no tendrá ningún efecto en nuestros progresos ni en la puntuación final.

Por otro lado, las preguntas son, o demasiado fáciles o totalmente ininteligibles; en este último caso tendremos un 25% de posibilidades de acertar. Lo malo es que, con un par de fallos, por lo visto, ya estás eliminado.

Quizás una mayor alternativa entre retos lógicos y pruebas físicas sería deseable (por ejemplo, si respondes bien a un reto se te abre un atajo, si no, debes cruzar trepando por algún lado). También algún tipo de prueba en equipo.

Una bonita experiencia, sobre todo porque, al ir acompañado de gente conocida y con ganas de pasarlo bien, el rato se hace ameno. Pero tampoco, por mucha variedad de preguntas que haya, es un sitio al que iría muy a menudo a jugar. Es una buena primera aproximación, pero creo que le falta una vuelta más de tuerca para acercarse a lo que los videojugones buscamos.