Hace un mes, estaba convencido de que este año iba a llegar a las 100 entradas en el blog. Ahora me estoy dando cuenta de que no va a poder ser.

Parece que llega el mes de diciembre y el tiempo se acelera. Es como si, viendo el final del año, quisiéramos acabar todas las cosas que tenemos pendientes para "pasar limpios" al año siguiente. Además, la combinación de fiestas y jornadas laborales hace que no dé tiempo a nada.

En el trabajo llevamos una época especialmente dura, de cierres de proyectos, de cambios en la arquitectura de la plataforma, y además con ausencias esporádicas por enfermedad de algunos miembros del equipo, junto con la baja por operación (de apendicitis) de Daniel, nuestro administrador de sistemas y pieza fundamental en el engranaje del departamento. Dani, si lees esto, espero que te recuperes pronto.

Y en el ámbito personal, pues también con bastante lío. Pero bueno, poco a poco se van consiguiendo cosas. Ya tengo mi habitación casi reorganizada, de forma que quedan accesibles todos los cacharros retro, el piano, la máquina recreativa, el armario y un buen pedazo de mesa, que antes estaba ocupada. Esto es en sí ya un triunfo, que sólo se verá superado el día que me decida por fin a forrar los armarios empotrados.

Aunque ahora juego menos, ya tengo bastante avanzado el Resident Evil 4 de Wii, así que ya queda menos para hincarle el diente a Super Mario Galaxy.

Sé que tengo pendiente relatar el viaje a Francia. Y no quisiera retrasarlo mucho, porque se me van olvidando los detalles. A malas, dentro de un par de semanas estaré de vacaciones. Podría ser un buen momento... para tantas cosas...