Este pasado verano me alegró la noticia de que el equipo de Paul Cuisset, el creador original de Flashback allá por el año 1992, estaba a punto de lanzar un remake del clásico.

Flashback es uno de mis juegos favoritos. Lo terminé en su versión para Commodore Amiga. Desconozco si esa plataforma fue sobre la que se desarrolló el juego originalmente, pero desde luego que es una muy buena versión. Más tarde, mis amigos Miguel y Santi me regalaron el cartucho para Megadrive, que tengo pendiente de jugar.

Una de las ventajas de XBLA es que, hasta donde yo he podido comprobar, todos los juegos disponen de una versión de demostración, y este no iba a ser menos. Así que me bajé la demo, probé el primer nivel, y me gustó. El primer nivel, la jungla de Titán, está bastante bien recreado. Unos gráficos bonitos, movimiento suave y buen control (aparentemente, luego veremos que no tanto). Ahora podemos apuntar con la pistola (y las piedras) en un arco completo de 360 grados. Seguimos pudiendo trepar por salientes, correr, saltar, rodar por el suelo... Supongo que la nostalgia hizo el resto. Tras prácticamente completar ese primer nivel de la demostración, diez euros tuvieron la culpa.

Quizás haya sido un problema de expectativas, y es que, una vez terminado (no he llevado la cuenta de las horas, pero han sido 3 ó 4 días jugando, así que calculo que unas 5 ó 6 horas), el juego me ha decepcionado bastante. El primer nivel es el que está más pulido de todos. Según vas avanzando van apareciendo errores y desajustes en la jugabilidad. Aunque los gráficos son en 3D, la acción se desarrolla en dos dimensiones, lo que se viene llamando 2,5D. El problema aparece cuando los fondos se confunden con los lugares de paso, lo cual se va acentuando conforme vamos superando niveles. Por no decir de terminales que no funcionan aunque pulsemos el botón correspondiente o que cuando necesitamos que el control sea bien preciso, nos damos cuenta de que el mando no responde al instante. En alguna ocasión me quedé atascado y tuve que retomar el último punto de control. Otras veces se entremezclan líneas de diálogo. Parece que el juego estuviera terminado deprisa y corriendo.

La historia, además, no está para nada bien contada. De hecho, cuesta enterarse de la trama. Y el doblaje no ayuda, es el típico en que las voces no pegan ni con cola.

Los combates con los enemigos no requieren mayor estrategia que movernos un poco y disparar como locos.

El juego incorpora tres niveles de dificultad, así como un mecanismo sencillo mediante el cual vamos acumulando puntos de experiencia y podemos potenciar nuestras habilidades. También se han añadido a la concepción original unas "misiones VR" y una fase de "conducción" (a lo Zaxxon, pero en cutre y fácil). Mención especial para el espartano sistema del que disponemos para guardar la partida. Sólo hay un "slot" y los puntos de control guardan el estado de forma automática. Para nada flexible, y un punto negativo a estas alturas de la película.

Los logros se consiguen, en su mayoría, a base de echarle horas, ya que no suponen demasiado reto ni invitan a la rejugabilidad.

Podría salvarle que incluye el juego original, pero a un tamaño de pantalla ridículo y con el sonido capado. Y ni siquiera es un título en formato físico, que siempre luce bien en la estantería, en este caso al lado de su "padre".

En definitiva, me lo voy a pensar mucho antes de volver a picar con un remake, y eso que el de Castle Of Illusion me llama la atención.