Un año más he vuelto a ir con mis compañeros de trabajo a la Commit Conf. Un evento de dos días que se celebra en el Campus de Montepríncipe de la Universidad San Pablo CEU, y al que llevo acudiendo desde su primera edición, allá por 2012, cuando comenzó llamándose Codemotion Madrid. Más adelante, en 2018, hubo un cambio de nombre, ya que la organización se desvinculó de la marca y decidió continuar con su propio evento pero bajo otro nombre. Creo haber faltado a alguna edición, pero habré estado en la mayoría de ellas.
Parte del equipo de Bitban Technologies en la Commit Conf 2024
Es un evento en el que se dan charlas de temas muy diversos relacionados con la informática. En dos días, y con charlas de 45 minutos, en hasta 8 ubicaciones simultáneas, da tiempo para hablar de muchas cosas, pero para profundizar en pocas. Por eso, las primeras veces me frustraba porque me apuntaba a temas que conocía y de los que quería saber más, y solía salir bastante desencantado porque no me habían contado nada que no supiera. Así que ya hace bastantes años que cambié el enfoque y ahora me suelo apuntar a charlas de temas que me interesan pero de los que sé poco o nada. El resultado es que lo disfruto más y aprendo más cosas. O, al menos, tengo más puntos de partida de temas sobre los que investigar más a fondo. Otra cosa es el tiempo que pueda llegar a dedicarle.
Este año he asistido a charlas sobre temas tan dispares como Java, Home Assistant, alojar tus propios servicios (y datos), Testcontainers, IA y LLMs corriendo en local, y hasta una interesantísima charla sobre la construcción del ordenador de guiado del Apollo.
A riesgo de parecer narcisista, tengo que admitir que lo más importante (para mí) de este año es que di mi propia charla. Llevaba ya mucho tiempo queriendo dar una, por el simple hecho de contribuir al evento con más implicación personal que el hecho de pagar una entrada (que, de hecho, me costea la empresa). Pero no sabía de qué hablar. Así que, finalmente, ha sido mi propia experiencia profesional el objeto de la exposición. Llevo casi 25 años dedicándome a la programación de forma profesional, en distintos ámbitos y puestos, y he pensado que quizás mi experiencia pueda servir como inspiración para saber cómo hacer las cosas (o cómo no hacerlas).
La charla constó de tres partes: lo que me llevó a estudiar informática, mi carrera profesional una vez terminados los estudios y una serie de consejos que he podido recopilar a partir de todas mis vivencias de estos años. Aunque he estado meses dándole vueltas en la cabeza, prepararla me ha llevado un mes (a ratos) de trabajo activo. Esta vez lo enfoque de forma diferente a otras ocasiones anteriores. En vez de confeccionar primero las diapositivas y luego terminar de hilar el discurso, me he escrito el guión completo, y luego he ido montando las diapositivas, que han sido puramente de apoyo gráfico, sin apenas textos. Al principio pensaba que me iba a quedar corto, pero la primera versión se me fue a la hora y cuarto, así que tuve que meter tijera para ceñirme a los 45 minutos estipulados. Todo gracias a haberla ensayado en casa la semana anterior, unas cuantas veces, pero seguro que menos que las recomendadas.
Dando la chapa en la Commit Conf
Hubo un poco de suspense, porque la primera respuesta tras inscribir la charla fue que quedaba en lista de espera. Poco después me informaron de que sí que tendría hueco finalmente en la edición de este año, y finalmente hubo un cambio de ubicación en el que me asignaron la sala 2, que finalmente sí sería grabada. Así que más nervios y responsabilidad.
Si queréis perder tres cuartos de hora de vuestro tiempo, podréis juzgar por vosotros mismos qué tal estuvo.
Yo no me he quedado del todo satisfecho, ya que no estoy seguro de haber transmitido el mensaje de la forma que quería. Igual es que tenía demasiadas cosas que contar y poco tiempo para hacerlo. Aun así, me siento orgulloso de haber dado este paso.