Castlevania es una de esas sagas míticas que llevan dando guerra desde los tiempos de los 8 bits y que, por una razón o por otra, no he tenido ocasión de profundizar hasta hace poco y de casualidad. Lo cual no deja de ser curioso porque se trata de un tipo de juegos, por lo que tengo entendido, que casan bastante con mis gustos. Pero hay tanta oferta disponible y tan poco tiempo libre que estas cosas pasan.