En un momento de la historia en que, gracias a Internet tenemos acceso a todo tipo de contenido audiovisual y, muchas veces, gratuito (o a cambio, bien de publicidad, bien de un poquito de nuestra privacidad). Pero no hay nada como los espectáculos en directo. No son especialmente baratos, pero creo que hay que disfrutarlos de vez en cuando.