La posición de las manos en la moto es casi más importante que en el coche. Es natural, ya que tenemos más cosas que hacer con ellas.

Mano derecha.

En la mano derecha tenemos el acelerador. En poco más de 90 grados tenemos todo el recorrido. Lo normal es que no llevemos el puño abajo del todo, salvo al salir en los semáforos (que tampoco hace falta) o para colarnos en algún hueco. También llevamos el freno de la rueda delantera. Hay que tener cuidado con este freno si no queremos clavar la rueda e irnos de boca. Por tanto, también para compatibilizarlo con el acelerador, lo suyo es apoyar uno o dos dedos en la maneta, a lo sumo.

También tenemos el botón de arranque del motor, el de corte del motor (la idea es intentar apagarlo si nos vamos al suelo, para evitar el riesgo de incendio) y el interruptor de luces apagadas, posición y cruce (las encenderemos al arrancar la moto y ya no necesitamos tocarlo más).

Mano izquierda.

Con la mano izquierda manejamos el freno de la rueda trasera y los intermitentes. También tiene otra función interesante que yo desconocía al principio y que explicaré próximamente (en la siguiente entrada, en la que hablaremos del manejo de la moto).

Otros botones que tenemos son: el claxon, el conmutador de luces de carretera y las ráfagas.

Con esta mano podemos llevar los cuatro dedos apoyados en la maneta de freno. Por otro lado, el intermitente no retorna solo, como en el coche, así que hay que desactivarlo presionando el botón.

En resumen, al principio es importante centrarnos en las funciones básicas y, sobre todo, llevar unos guantes que nos permitan tener el mayor tacto posible, hasta que le vayamos cogiendo el hilo y los cambiemos por otros más resistentes.