Parece que fue ayer cuando me regalaron la consola por mi cumpleaños, y ocurrió en las navidades de 2003. Yo quería el pack con el Project Gotham Racing 2 (una preciosa caja roja), pero había problemas de stock y, una que conseguimos encontrar, funcionaba mal y hubo que descambiarla. Así que al final vino con el pack de Halo + Midtown Madness, más el susodicho PGR2 aparte.

Xbox Xbox

En esa época ya había dejado de jugar con el PC, pero mi consola era una PlayStation. Así que el cambio fue poco menos que abismal. Por los gráficos, el disco duro interno (se acabaron las preocupaciones por las memory cards, especialmente cuando se rompían y te quedabas sin tus partidas grabadas) y el juego en red por Internet.

Fue mi primera consola de la pasada generación; luego llegarían PlayStation 2 y GameCube. Pero quizás por ser la primera fue la que más me gustó. Aunque con el tiempo la fui dejando un poco de lado, siempre estuvo ahí.

Curiosamente, siendo los FPS (First Person Shooters) el punto fuerte del catálogo de la consola, nunca fueron de mi agrado. Así que ahí tengo los dos primeros Halo "muertos de risa". Pero son la excepción.

Al ya citado PGR2 le eché un porrón de horas, tanto offline como en Xbox Live, para el que adquirí una suscripción anual. Transcurrido el año no la renové, pero durante ese tiempo sí que le saqué partido. También le metí horas al Midtown Madness 3 (sólo offline) y al Top Spin (lamentablemente, el online de este juego dejaba bastante que desear).

Tuve ocasión de vivir las andanzas de Sam Fisher en la tetralogía de juegos aparecidos para esta plataforma. Y de revivir las andanzas del Prince of Persia, a quien ya conocía de tiempos pretéritos cuando las tarjetas VGA eran una novedad en el mundo de los ordenadores personales, y cuya reencarnación tridimensional fue muy digna sucesora de su espíritu. También pude volver a ponerme al volante del Ferrari Testarrosa en Out Run 2, la segunda parte de uno de mis juegos favoritos.

En 2006, ya con PS2 y GameCube en casa, vivió una segunda juventud gracias a la "escena". A partir de ahí, cambió el uso que le di, pasando principalmente a emuladores y como mediacenter. De hecho, esa función la ha cumplido hasta hace bien poquito, cuando los contenidos en HD se están imponiendo y la pobre no puede mostrar los MKV.

En resumen, la consola pasa a ocupar un lugar destacado en la colección por méritos propios. Aunque, la verdad, todos y cada uno de los ordenadores y consolas que poseo (que no son tantos, porque me gusta disfrutar de ellos y no acumularlos sin más) me traen a la memoria pedacitos de historia: la mía y la de los videojuegos.