Esta noche me he pegado un buen susto. Me he "despertado" (lo entrecomillo porque creo que no llegué a recuperar la consciencia completamente) sintiendo algo rozándome la muñeca. Me di cuenta de que era el reloj, pero entre el sueño y la oscuridad, tampoco sabía muy bien qué había ocurrido. Me lo quité, lo dejé en la mesilla y a seguir durmiendo un rato más.

Ya por la mañana he visto lo que había ocurrido, no sin cierta sorpresa. La pantalla del reloj se había despegado y estaba sujeta únicamente por un cable-cinta.

El Amazfit Bip con la pantalla apenas sujeta por un cable El Amazfit Bip con la pantalla apenas sujeta por un cable

Como es habitual en estas situaciones, una búsqueda en Internet me aclaró las cosas; mi caso no era aislado, ya le había ocurrido a bastante gente. No está muy claro si el reloj va encajado o si el pegamento que se le aplicó en el proceso de fabricación era de mala calidad. El caso es que, entre las respuestas del foro, comentaban que se podía solucionar usando pegamento B-7000. Localicé el producto mirando en los proveedores habituales (Amazon, Aliexpress, ...) y lo compré. Tampoco era plan de tirar el reloj si por 5 ó 6 euros podía arreglarlo.

Pegamento B-7000 Pegamento B-7000

Procuré aplicar la cantidad indispensable de pegamento, pero me debí de pasar de cauto, porque a los dos días se volvió a levantar ligeramente, sin llegar a abrirse por completo. Una nueva mano de pegamento, más generosa en esta ocasión, y el reloj quedó listo para continuar dando servicio. Eso sí, adiós a volver a meterlo en la piscina. A ver cuánto dura esta vez, porque por lo demás sigo estando muy contento con él.

PS: Otro día contaré mi nefasta experiencia con un pulsómetro Garmin Forerunner 210 al que se le ha partido la pulsera y no se puede sustituir. Lo cual no sólo es una faena, sino que le ocurre tarde o temprano a todos los dueños de ese pulsómetro. Desde aquí un fuerte aplauso para Garmin.