En abril de este año concluí la lectura de la primera parte del que es, sin duda, el libro más famoso de la literatura universal escrito originariamente en lengua castellana. Dejé para más adelante la segunda parte, con el compromiso de afrontarla antes de que acabara el año.
Esta vez la lectura ha sido ardua. Me ha llevado bastante completar el libro que me traía entre manos. Se ha conjurado la propia dificultad del texto con otros temas ajenos a la propia lectura, pero por fin lo conseguí. El viernes pasado concluí la lectura de la primera parte de la que es, probablemente, la novela en lengua española más conocida de todos los tiempos.